Voy a explicaros el día que tuve el martes. Será un post recopilando toda la mierda que me pasó ese día. No habrá chistes, no habrá frikadas, pero tengo ganas de escribirlo, porque fue uno de los días en que más mala leche me ha venido en toda mi vida, a raiz de varias situaciones puteantes, algunas nimias, algunas grandes, pero que sumadas se convirtieron en un turno de lo más jodido.
O sea, que simplemente me voy a quejar, no hace falta que lo leais.
Ya me desperté mal. Fue uno de esos días en que me despierto con algo de dolor de cabeza, dificultades para enfocar la vista y más tambaleante de lo normal. Pero bueno, eso tampoco es muy allá, me pasa a veces.
Llego al curro. Preparo la manguera y todo para empezar a ordenar la piscina. Antes, voy a encender el motor de la piscina, relleno el depósito de clor y el del PH, con lo cual acabé con los ojos lloriqueando y horribles picores en la nariz por culpa de los productos químicos(dicho sea de paso, lo del PH debería haberlo hecho el de mañanas hacía una semana, pero bueno, da igual). Vuelvo a la piscina, ordeno todo, limpio las mesas, riego las plantas... Como siempre, la manguera se retuerce salvajemente varias veces, y acabo con los pies empapados(ODIO ir con los calcetines mojados). Da igual. Calma. Sigo a lo mío, con las plantas, regando los alrededores de la piscina en un vano intento de "barrer" las piedrecitas que se acumulan, pero no sirve de nada porque los desagües son una mierda y no absorben nada, y sólo consigo encharcar el suelo durante varias horas y acumular aún más las piedras, para que se noten MÁS al caminar(y se lo expliqué al jefe, pero él es más listo que nadie, y su idea de regar es perfecta y ninguna lógica le sacará de ahí).
A las 9 en punto viene la cuba a rellenar los depositos. Podría haber venido antes de que yo llegara, o entre las 7 y las 8.30. No, a las 9, justo la hora de abrir la gasolineta. Genial, la gasolinera parada veinte minutos, barcos esperando y poniéndose nerviosos, y el jefe ordenándome estupideces, con lo que tengo que ir de un lado a otro cuando en realidad no era necesaria mi intervención.
Bien, acabo con la cuba, voy a llevar los papeles a la oficina... y el jefe me pregunta con retintín que si he vaciado las papeleras de la piscina. Ya estamos. Es una pregunta estúpida, porque es obvio que lo ha mirado, así que si digo "sí" miento, y si "no" reconozco no haber hecho lo que él considera mi trabajo.
Pero a mí no me pilla.
"No, las he mirado y estaban casi vacías, no hace falta camb..."
"No lo has mirado bien, hay una que está llena, vacíalas."
Voy a la piscina a comprobar de nuevo las papeleras, a ver si por algún extraño efecto óptico había visto un vacío donde había un lleno. No, están todas casi vacías. Todas. Las va a cambiar su puta madre, pienso, me niego a gastar TRES enormes bolsas de plástico para esa cantidad de basura.
Exagerado, diréis. Claro, yo diría lo mismo, si no estuviera ya hasta la coronilla de que durante todo el verano me esté dando órdenes estúpidas dichas con un tonillo condescendiente como si yo fuera un inútil, encontrando defectos donde no los hay y haciéndome hacer trabajos innecesarios sin escuchar mis razones de porque no deberían hacerse.
Aquí es el punto de empecé a cabrearme. Pero bueno, sólo llevaba dos horas y media, mejor tomárselo con calma.
Mañana tranquila, ratos de barcos con ratos de tranquilidad. Nada inusual. A pesar de tener dos barcos amarrados, uno en la punta de la gasolinera con el motor estropeado, y otro ocupando la mitad del largo de la gasolinera(o sea, que sólo podía atender a un barco a la vez, cuando normalmente son entre 3 y 4, lo cual triplicó el tiempo empleado). Por suerte, uno se lo llevaron a cosa de las 11 y media cuando, hasta los huevos ya, exigí al jefe que se lo llevaran de allí.
Tengo por costumbre, a las 12, ir a por mi cantimplora de agua fresca y al lavabo. A las 12 menos cinco, barco. Bueno, vale. Se va. Cierro las máquinas, me estoy yendo. Marco. Joder. Enciende, sirve, cobra, apaga... Barco. Se repite cinco veces.
Y entonces, lo que faltaba. Un barco con el motor que hace el burro. Se dirige de frente a la gasolinera, empieza a girar para amarrar de lado, y... puf, el motor se para. El barco, debido a la inercia viene directo a la gasolinera. O lo dentego, o se carga el propio barco y el otro que está en la punta.
En la punta hay un par de soportes metálicos, delgados, que aguantan unos cables. Está puesto de tal forma que no puedo ponerme delante, o me voy al agua, así que me pusé detrás, pasando los brazos alrededor para desviar y parar el barco.
Mala idea. En esa postura no podía hacer casi fuerza, así que conseguí desviar el barco para que no se hiciera un agujero en la proa, pero no pararlo. No pude sacar el brazo a tiempo, y me lo pillé entre el barco y el palo. Por suerte, era de aluminio o algo así, y se dobló. Llega a ser de madera o algo más sólido, y el crac de mi hueso se habría oído a veinte metros. Han pasado cuatro días y aún lo tengo resentido. Ay.
En fin, sigamos. Les lleno el depósito, y mientras amarro otro barco. Nuevo problema, no saben si van con Diesel o con Super. Yupi. Mirando libros de instrucciones, intentando localizar al dueño de la barca... Mientras, el otro barco, que ya ha terminado... no puede encender el motor.
Recuento: Un barco en la punta con el motor cascado. Otro que no arranca. Y otro que no sabe que poner.
Resultado: Gasolinera completamente bloqueada, cinco barcos esperando flotando por ahí.
Culpa: Mía, por supuesto. ¿Quién lo dudaría?
Al final, el motor se enciende, los otros descubren que poner, y más o menos aligero.
A las 13.30, por fin puedo ir a bucar el agua, que me deshidrato a la vez que me meo. Vuelvo a los 10 minutos cronometrados, y un tío se queja que lleva media hora esperando. Chssss, calma. Elf, ignórale, ponle el combustible, y con un poco de suerte se hundirá.
Nada más hasta las 14.30, yo ya deseando irme(a las 14.45), cuando... me viene un barco ENORME con pinta de tener depositos MUY grandes. Quieren tres mil litros. Joder, eso son 50 minutos... Pero es demasiado pronto para hacer el cambio de turno...
Bueno, calma. No me vendra de OTRO día saliendo tarde. Y fijo que me dan 5 o 10€ de propina.
Mientras, claro, no dejan de venir barcos, así que tengo que hacer virguerías y equilibrios sobre barcos amarrados, pues entre el grande y el de la punta no tengo sitio. Además, tengo que ponerme borde con unos franceses porque se ponen donde les da la gana y tengo que echarles, pero no me entienden y no quieren irse, así que acabo llamando a un compañero que hablar francés... y mide dos como yo, que también ayuda.
Por añadidura, en los minutos que tengo libres, me acabó el 5º libro de Eternia. Voy a coger el 6º... oh, sorpresa. Me he confundido y he cogido el 4º. Sin nada que leer hasta que terminen. Argh.
Pasa el rato... Por fin se llena el grande, pagan, se van... y no dejan propina. ¡JODER! Ya salgo 20 minutos tarde, y sin ganar nada a cambio.
Me estoy yendo, cuando me doy cuenta que no he cogido la caja del dinero. Mieeeerda. Vuelvo, la cojo, me voy... Por el camino, aparece un velero, que se quiere amarrar para ir a comer. Le digo que no hay sitio, pues en la oficina han dicho ya varias veces que no hay sitio. Él dice que se amarra bajo la grua. Le digo que no, y pido a la oficina por radio que a ver si hay sitio(a pesar de que sé que no). El tio vuelve a gritar. Que él se amarra en la grua. Le digo que no, que hay que trabajar en la grua. Y entonces me grita que pida a ver si hay sitio, joder. Que ya lo he hecho, le contesto(delante de él lo había hecho, coño, que me vio hablar por la radio). Y va y me dice "¡A ver si te das un poco de vida!". ¿Un poco de vida? ¿En qué? ¡Pero si ya lo había pedido! Jodido imbécil... Por la radio me dicen que no hay sitio. Se lo repito. Le da igual, que él se amarra donde pueda. Bien, a viso a los demás, y ya se ocuparán ellos, que llevo media hora trabajando sin cobrar, y encima aguantando subnormales.
Entro en la oficina, me preparo para hacer la liquidación... con los putos nervios me he olvidado de apuntar los números de lo vendido. Jooooodeeeeer. Vuelve, coge números, regresa.
Hago los números. Estoy tan rallado que me tiemblan las manos y todo, y me cuesta concentrarme. Me sobran 200€. Lo que faltaba. Repite los cálculos, cuenta de nuevo. Nada. Vuelve a la gasolinera, a ver si has cogido mal los números.
Por el camino, el gran jefe, que había dicho que se encargaba él de echar al velero rebelde... les ha encontrado sitio(oh, vaya, ahora si hay. Cuando le toca a él enfrentarse a la gente, siempre se puede solucinar, si somos los demás, tenemos que echarles. Gilipollas). ¿Pues no voy y oido a la mujer del velero que todo lo que ha ocurrido es culpa del "maleducado ese"? Yo. El que sale 45 minutos tarde, que ha intentando encontrarles sitio a pesar de saber que no había, mientras ellos se habían comportado como energúmenos, amenazando de pondese donde les diera la gana, cuando es un club PRIVADO, que su actitud se puede comparar a echar la puerta abajo de una casa y entrar por sus huevos, YO soy el maleducado.
Tuve que pararme, contar hasta 10 y decirme a mi mismo que no valía la pena, no ganaría nada yendo allí y diciéndole cuatro verdades, pues estaba claro que eran idiotas y mis palabras les entrarían por una oreja y les saldrían por otra, y que ya salía 50 minutos tarde.
Nada. Los números están bien, vuelvo a hacer los cálculos. Bien, encuentro el fallo, tenía un vale de más. Error mío, lo reconozco. El único jodido error de vales en todo el verano, precisamente el día en que todo también me sale mal. Guai, arregló los números de nuevo. Sale todo bien... exceptuando que sólo me sobran 13€. A ver, hago memoria... un billete de cinco, más cinco monedas de dos... eso ya hacen quince euros, más las de uno y centimos que me han dado... yo debería tener más de 20€ de propina... ya hace días que vemos que la máquina del Diesel parece que pierde. Lo comento... deciden que es "error humano". O sea, que la he cagado yo. No tengo pruebas de lo contrario, lo del vale me resta credibilidad y, sinceramente, eran las 4, tenía hambre y estaba hasta los cojones de todo, así que decidí mandar a paseo las propinas.
Y así termina un turno nefasto, el peor de todos lo que he tenido en los ocho años que llevo currando ahí. Me volví a casa cantando a viva voz por primera vez en mi vida(yendo solo, o murmuro o lo hago en voz normal tirando a bajo, nunca a gritos), siendo Tengo un plan y Emeral Sword las que más me ayudaron a descargar.
Bueno, me he quedado a gusto. Si has llegado hasta aquí, viendo que esto es un post la mar de egocéntrico y que todo son quejas... gracias, has demostrado ser un/a buen/a amig@ que te preocupas por mi y tal xDDDDD
Como he dicho al principio, algunas de las cosas que me pasaron no fueron demasiado exageradas. Pero la acumulación de todas en el mismo día, más contando que ya iba un poco quemado del resto del verano(y el resto de años, todo sea dicho)... al menos no acabé a ostias con nadie, que ganas no me faltaron xDDDDD
Etiquetas: cabreo, curro
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